lunes, 22 de agosto de 2016

EL DOMINO Y LA SALUD MENTAL.

El dominó, además de ser apasionante y original, requiere concentración y astucia. Aunque no lo crea, jugarlo proporcionará relajación, fortalecerá su inteligencia y le permitirá pasar un rato agradable con sus amigos o nietos.
 La palabra dominó es de origen francés, y se asigna a la casa de invierno de los padres cristianos, que son negras por fuera y blancas en el interior, al igual que las fichas del juego. El conjunto de piezas más antiguo data de 1120 a.C., y al parecer fue inventado por los chinos.
Está compuesto por 28 fichas rectangulares, cada una de ellas dividida en dos partes, a las que se asignan valores de 0 a 6 en forma de puntos. La manera tradicional de jugarlo es con cuatro participantes; se revuelven las fichas con los puntos hacia abajo y se reparten siete a cada uno. El jugador que tenga la ficha marcada con doble 6 (se le llama "mula") empieza el juego colocándola sobre la mesa; a continuación, quien se encuentra sentado a su derecha sigue en turno y deberá tirar una ficha que tenga el número 6 en una de sus partes, de tal manera que queden juntos 6 con 6. El siguiente jugador tiene ahora dos opciones, pues siempre se toman los valores del extremo de las fichas. De esta manera, se siguen colocando hasta que alguno de los participantes las agote.
Si usted decide jugar dominó necesitará estar alerta de cualquier movimiento de fichas por parte de sus adversarios, para que cuando sea su turno coloque la pieza correcta. Esto, sin duda, ejercitará su habilidad de atención y concentración
Cuando no se tiene una ficha para colocar en alguno de los extremos, el jugador debe "pasar", perdiendo así su turno y quedando en desventaja por tener más piezas que los demás. El primer jugador que quede sin fichas gana la partida y obtendrá los puntos que quedan en las piezas de los otros jugadores. El primero que sume 100 gana el juego.
El objetivo del dominó es tratar de intuir (y contar) el número de puntos que tienen las fichas de los contrincantes para hacerles el juego más difícil. Es por ello que al jugarlo su capacidad mental se fortalece, a la vez que le permite relajarse y pasar un momento agradable que lo libera de preocupaciones. Tome en cuenta, además, que este pasatiempo hace que se ejercite su memoria.
Como usted puede ver, el dominó es buena alternativa para ocupar parte de su tiempo libre, pues no sólo lo distraerá, sino también beneficiará su salud mental y estado de ánimo.