jueves, 2 de julio de 2015

BRIGITTA SINKA mujer de 87 años, bate récord de partidas simultáneas con 13.600 juegos.

 La húngara Brigitta Sinka, de 87 años, batió el récord de partidas de ajedrez simultáneas que mantenía el cubano José Raúl Copablanca desde la década de 1920. 
AGENCIA EFE | JUNIO 29 DE 2015

El maestro cubano (1888-1942), campeón mundial entre 1921 y 1927, mantenía su récord de 13.545 partidas simultáneas, pero la veterana húngara batió anoche la marca con 13.600 juegos.

Pese a su avanzada edad, Sinka, dos veces segunda en campeonatos húngaros, sigue activa, ha documentado todas las jugadas y ahora espera que su hazaña sea reconocida como un récord Guinnes.

"Soy una mujer. Recopilo minuciosamente, esto fue muy natural desde los inicios. Tengo los cuadernos ya amarillentos que muchas veces reviso", explicó la ajedrecista conocida como "doña Bici".

Sinka aprendió a jugar a los 4 años de edad y hace años, cuando alcanzó las 10.000 partidas simultáneas, quiso dejar el ajedrez, pero cuando se enteró del récord del cubano decidió seguir, hasta batir esa marca.
Capablanca simultánea de niño
Brigitta Sinka
José Raúl Capablanca.

Desde 1962, en Cuba se celebra el torneo internacional "Capablanca In Memoriam" en honor del mayor maestro de ajedrez del país.




UNA BUENA AMIGA CUMPLE 80.



Ondina, Margarita y otras.

Cuando una buena amiga cumple 80 años veremos caras felices.

Todas han ido envejeciendo con ella y aunque faltaban algunas otras por las calamidades del destino, las presentes la apoyan y sienten el compromiso de acompañarla en este gran acontecimiento.

!Nuestra hermana Orquídea cumple 80 años! y es que a pesar de ello sigue siendo tan activa en nuestra iglesia que aquí mismo celebraremos sus 100.

-Orquídea siempre tiene una sonrisa dibujada en su rostro, lo mismo para los nuevos que llegan que para los que la conocen hace muchos años- Dicen las amigas más cercanas. -Su sonrisa es un bálsamo para todos, con el verdadero espíritu de la Virgen y su Hijo Jesuscristo. Se mantiene siempre igual, delgada y positiva. No pelea ni refunfuña, se adapta a todas las situaciones y por eso es muy respetada por todo el que la llega a conocer-..

- Nos conocimos desde jovencitas, cuando nuestros hijos eran niños y ahora que tenemos nietos y bisnietos seguimos esta linda amistad-.

Y es muy reconfortante el encuentro con amigos de la misma edad e intereses comunes, sobretodo cuando las caras son familiares. con la única diferencia de que ahora tenemos una edad más avanzada y el cabello blanco. Nuestra disposicón para la vida y para el servicio a Dios sigue siendo el mismo.

PROGRAMA DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO. De viejos también aprendemos. (VIDEO EXCELENTE).

El Programa de Envejecimiento Activo consta de cuatro módulos. Para aprender a envejecer que es una etapa en la que debemos asumir una realidad con dignidad y alegría porque se da una sola vez en la vida.

Es una escuela del envejecimiento en la que aprendemos a ser libres y competitivos con nosotros mismos, a sentirnos mejor y más seguros porque tenmos todo el tiempo para dedicarlo a nosotros, a lo que nunca pudimos hacer por los compromisos que implica la vida. Un programa para sentirnos saludables física y mentalmente realzando nuestras habilidades, la memoria y para compartir con otros de la misma edad que jamás pensaron que a esta nueva etapa llamada vejez le podemos sacar el jugo.

Atleta del siglo: a los 96 años, "correr es vivir" para Efraín Wachs. (2 VIDEOS).

Nació en Rosario, vive en Tucumán, corre en todos lados. "No existen los viejos, existe la edad interior, la que sentimos", afirma el deportista que asombra por su vitalidad; "No tengo tiempo para el pesimismo", sostiene, y desafía: "Quiero ser campeón mundial a los 100 años"cuerpo suele ser una máquina perfecta, si se lo protege, si se lo cobija. Si todos los días se lo riega con afecto. Los ojos claros de Efraín Wachs se abren a las 7, ni un minuto antes, ni un minuto después, de modo natural. Se despereza, se baña, se afeita, se viste con una chomba, un short y las zapatillas y se prepara el desayuno. Con una buena dosis de calcio. "A mi edad y como corro, tomo mucha leche descremada. La acompaño con cuatro galletitas Quaker, con queso descremado y miel", detalla. A las 9, su sabiduría recorre la plaza San Martín, de Tucumán, donde le enseña a un grupo de ancianos el arte del atletismo. Los contiene, les aconseja. Susurros en los oídos y palmadas en la espalda. "A los 50, el cerebro empieza a perder volumen; entonces, la mejor forma de evitarlo es la actividad física", sugiere. Se trata de seguir disfrutando de las últimas páginas del almanaque de la vida. Al mediodía, los almuerzos se nutren de ensaladas y de frutas, con otra taza de leche. A lo sumo, una hora de siesta. "No tengo tiempo que perder", suscribe.
Suele leer La Gaceta de Tucumán y hojear Ámbito Financiero. "Necesito mantenerme informado, porque además de ser atleta soy contador. Trabajo con asociaciones, mutuales, centros de jubilados y cooperativas. Sigo trabajando con la computadora. El celular mucho no me gusta", dice. Y completa la escena de un día cualquiera: a las 21, disfruta de un sándwich con queso descremado. Suele caer rendido en el sillón para ver televisión hasta medianoche. Noticieros, deportes, películas. Se desploma en su cama durante ocho horas. No se levanta ni una vez para ir al baño, como cualquier hombre en el ocaso de la vida.

-¿Alguna medicación para dormir?
-No tengo tiempo. Bueno, cuando me acuerdo, tomo tres pastillitas: una roja, una verde y una blanca. La roja es ginseng, la verde es para evitar la anemia y la blanca es por la próstata, porque me operaron a los 75 años. Ese día les dije a los médicos: "Voy a volver dentro de 75 años".
-¿Qué piensa de los médicos?
-Que de algo tienen que vivir. Y los farmacéuticos, lo mismo. Yo no les doy importancia, porque también quiero vivir.
Efraín suma 96 vueltas de la vida, el 12 de marzo va a cantar el 97° cumpleaños feliz. Nacido en Rosario en 1918, se recibió de contador en la Universidad Nacional del Litoral en 1945. Durante 40 años trabajó en el Banco Nación de Casilda, a 50 kilómetros de Rosario. "No falté ni un día, si nunca me enfermé. Me tomaba el ómnibus El Rosarino, ida y vuelta." Un suspiro como inspector en Salta y a partir de 1960, descubre Tucumán, su lugar en el mundo.
A los 20 años, se paran las rotativas: lo atropella un ómnibus. Los especialistas lo martirizan: puede perder la pierna izquierda, por unas múltiples fracturas. Salva el pellejo y, tal vez, transforma el destino. Mueve, ahora mismo, casi 80 años más tarde, esa misma pierna en pausa. Suavemente, una rítmica postal.
Efraín suma 96 vueltas de la vida, el 12 de marzo va a cantar el 97° cumpleaños feliz
"Correr es vivir", asegura, con voz amable, con el acento de la ternura. De paso por Buenos Aires, aprovecha para darse el gusto de unas vueltas por el parque Centenario. No corre: levita. Va y viene, en puntas de pie. El cielo queda lejos: sigue respirando el aroma de las mariposas, como el primer día, casi un siglo atrás. Efraín es un atleta de la tercera edad, parte del exclusivo círculo de los deportistas masters. Tiene 25 medallas en campeonatos del mundo; de ellas, seis son doradas; nueve, de plata y diez, de bronce. Según las últimas clasificaciones, está dentro de los diez mejores atletas del mundo mayores de 95 años. Desde los 80, es un profesional en el deporte más completo de la Tierra.
Aburrido de ganar en los torneos provinciales, argentinos y sudamericanos, se convirtió en leyenda en los mundiales de atletismo para veteranos. Suele participar en las pruebas de 100, 200, 400, 800, 1500, 5000 y 10.000 metros. "Ahora, mis hijos no quieren que haga estas dos últimas competencias. Tienen miedo por mi salud", se divierte don Efraín. La vedette, para este pequeño gran hombre, es el cross country. Su recuerdo más sensible -y dorado- vuela hacia Finlandia, a los 90, rodeado de ocho kilómetros de montañas, heladas, altura y desertores. "Salí en la tapa de un diario de Dinamarca. No sé qué decía, debe haber sido «El héroe del atletismo»", recuerda. Siempre recuerda. O no olvida, que es un paso más intenso, más profundo.
Empezó dando vueltas por su casa. Anduvo por Buenos Aires, Uruguay, Bolivia y Perú. Cuatro mundiales.
Efraín es un atleta de la tercera edad, parte del exclusivo círculo de los deportistas masters. Tiene 25 medallas en campeonatos del mundo; de ellas, seis son doradas; nueve, de plata y diez, de bronce
"En Puerto Rico fui campeón en los 10.000 metros, llovía mucho y los médicos querían que frenara. Yo les decía: «No vine desde la Argentina para abandonar?» Tenía 80. También corrí en el País Vasco, en el estadio de la Real Sociedad; es imponente".
En Finlandia, a los 90, fue el único que corrió todas las distancias entre 5250 atletas: "¡Ahí gané seis medallas!".
Y el último, en Porto Alegre, al cumplir... 95 años.
"Mi sueño es disputar tres mundiales más. El próximo es en Francia, este año. Necesito algún sponsor, por favor, que colabore. Sólo me ayuda mi primo Mauricio, por ahora. Pero hay que ir paso a paso: primero, el Torneo Argentino, en Resistencia; luego, el Campeonato Sudamericano, en Montevideo. Cuando cumpla 99, voy a disputar el Mundial de Perth, en Australia. Quiero ser campeón mundial a los 100 años. Ése es mi objetivo", confiesa, como si tomara alguna mágica poción. Como si este personaje hubiera sido parte de una película de Disney. Ni hadas, ni duendes. Ni besos, ni ranas, ni encantamientos. Un loco por la vida. Un libro abierto de sabiduría. "Y después le voy a pedir a Dios llegar a los 110. Posiblemente, a los 120 voy a descansar", se divierte con la ocurrencia.
Efraín se convirtió en leyenda en los mundiales de atletismo para veteranos
Para celebrar sus cumpleaños, cuando otros, en el ocaso de sus historias, soplan imaginarias velitas en geriátricos desvencijados, Efraín sale a la calle y se disfraza de maratonista. Corre 100 metros por cada año cumplido. La idea es alcanzar, en marzo, 9,7 kilómetros en la plaza Independencia. Rodeado de cientos de vecinos, con la música del ejército doméstico de fondo. La ciudad frena su marcha convencional. Cada 20 metros, una ambulancia lo recorre, lo asiste. "Los médicos me preguntan: «¿Estás bien, podés seguir?». Me fastidian un poco."
De pequeño, metía goles y triples. Sin embargo, el sabor de los días era un tablero de ajedrez y una pista de atletismo. Tiene otras pasiones: no se puede llegar a los 100 años con una sola debilidad. Baila tango, milonga, paso doble. También el rikudim, la clásica danza israelí. "Son siete mujeres y yo. La paso muy bien", asegura, con un guiño de ojo izquierdo, como si tuviese la mejor carta del mazo entre sus manos.
"Quiero ser campeón mundial a los 100 años. Ése es mi objetivo", dice
Miriam, el amor de siempre, a la que llamaba "novia", así, a secas, falleció el 10 de octubre de 2011. "Estuvimos juntos 170 años, 85 y 85", bromea, sin nostalgia. "Tuve muchas novias antes que ella, muchas mujeres. Pero cuando la conocí, en el viaje a Salta, fue única. Dejé a todas. Tenía un vestidito blanco y me enamoré en ese momento. Fue en el 46. Lástima que no quería correr. Ella caminaba y yo trotaba", precisa. Sabe "un poquito" de inglés, francés, italiano, hebreo y, también, idish, la antigua lengua judía. Simpatizante moderado de Rosario Central, lector empedernido de Harry Potter, suma tres hijos que viven en Buenos Aires, en Tucumán y en Barcelona. Ocho nietos y un bisnieto de dos años.
"No existen los viejos, existe la edad interior. La que sentimos. Tengo una poesía que termina diciendo: porque actividad es vida y vida es actividad. No tengo tiempo para el pesimismo", cuenta, pies en la tierra, ojos vivaces. Sonrisa de niño recién nacido.
-¿Nunca se enfermó?
-No tengo tiempo.
-Nunca estuvo delicado. Nunca perdió el optimismo.
-Nunca. Te dije: no tengo tiempo.
-¿Y para qué sirve el tiempo?
-Para mí, para correr.
-¿Siente que es un elegido, un privilegiado? O, por el contrario, ¿en cuánto ayudó a la suerte?
-Yo soy optimista. Para mí hay que correr y ser optimista. Hasta los 100 años no pienso enfermarme. Después, veremos.
-¿Qué le genera que haya gente mucho más joven que usted derrumbada, deprimida? ¿Qué le podría decir?
-Los hago caminar. Por ejemplo, a un señor que tenía 95 años y que estaba encerrado en la casa, porque había perdido a la hija en un accidente. Le dije que tenía que hacerlo por los hijos y por los nietos. Corrió, ganó medallas, le cambió la vida. Fue campeón mundial a los 99 años. Mi lema es "vivamos 100 años". Y murió? a los 100 años.
Para mí hay que correr y ser optimista. Hasta los 100 años no pienso enfermarme. Después, veremos.
-Imagino que se le fueron varios amigos. ¿Cómo hace para no caerse, para que no lo atrape la soledad?
-Sigo corriendo, sigo haciendo actividad. Y mucho optimismo. No jubilarme jamás.
-Pasan cosas delicadas, graves en la sociedad. Según su teoría, haciendo deporte el mundo estaría mucho mejor.
-El deporte es salud. Y sí, la sociedad está enferma por la falta de incentivos. Caminar, trotar, correr. Despertarse.
El deporte es salud. Y sí, la sociedad está enferma por la falta de incentivos. Caminar, trotar, correr. Despertarse.
-Vivió revoluciones, dictaduras, guerras, la vuelta a la democracia. De todo.
-Hay que recordar con cariño los buenos momentos y olvidar o superar los malos. Supe superar siempre todo lo malo.
-¿Alguna vez le dijeron "basta de correr, hablemos de otra cosa"?
-Moderadamente...
Se ríe con ganas. Don Efraín es la enciclopedia de las pequeñas cosas de la vida. Cuando todo parece pedido, sólo hay que escucharlo. Descubrir qué hay detrás de sus ojos claros.

OTRO HITO: EL DÍA QUE LE GANÓ A ALEKHINE

De joven, su primera pasión fue el ajedrez; a los tres años ya sabía leer
Si Wachs no corre, vuela con el pensamiento. De pequeño, se enamoró del universo de los trebejos. A los tres años aprendió a leer y escribir. Le enseñaron dos tías, de 15 y 16 años: Sarita y Dorita, que eran maestras. A los cuatro, aprendió a sumar, restar y multiplicar. A los cinco, cayó en sus manos un libro. Era rojo, con letras doradas. Escrito por el campeón mundial de ajedrez, Emmanuel Lasker, filósofo y matemático alemán. Lo devoró. Aprendió todas las piezas y las estrategias. Fue campeón en todas las categorías juveniles. También de grande. Y hasta le ganó una partida a Alexander Alekhine, un mítico campeón mundial. Su memoria es una bofetada al asombro. Recuerda la partida, paso a paso: "Jugó contra los diez mejores de Rosario. Yo tenía 20 años, era el mejor de Casilda. Me dio changüí: me regaló un peón, a cambio del ataque? Con mi rey conseguí frenarle su ataque? Le entregué el alfil con jaque, estaba obligado a comer. Era el mejor del mundo, pero un mal perdedor. Cuando vio que ya no tenía defensa, se enojó, volteó las piezas y no quiso firmarme la planilla. Le dije: «Maestro, pienso que mi firma vale tanto como la suya». Y se fue..."
LA GUÍA DE LOS 10 CONSEJOS PARA GUARDAR
En el Mundial de Puerto Rico, dormía todas las noches en una escuela, en una suerte de campamento de atletas ancianos. Uno al lado del otro. La directora les pidió a los deportistas que compartieran un pensamiento para los jóvenes en la despedida. Efraín se paró en la mitad de la sala y dividió el escenario en dos mitades. El "sí" a la derecha y el "no", a la izquierda. Y les recitó los diez mandamientos de un deportista. No: al alcohol, a la droga, al tabaco, a la violencia, a la guerra. Sí: al trabajo, al deporte, a la actividad, al compañerismo, al amor.
Tomado de http://www.lanacion.com.ar/

martes, 30 de junio de 2015

VIVIR SIN PARAR. LA VIDA DE PAUL AVERHOFF (Trailer de la película).

NUNCA ERES VIEJO PARA CORRER. TE HACES VIEJO AL DEJAR DE HACERLO.


Paul Averhoff fue una leyenda como corredor de maratón. Incluso ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956. Pero los días de gloria han pasado. Ahora tiene más de 70 años y vive con su esposa Margot en un asilo donde para entretenerse solo puede elegir entre el coro o las clases de manualidades. Y no aguanta más. Como terapia se calza sus viejas zapatillas y ante el asombro de compañeros y cuidadores empieza a correr a diario por el parque de la residencia dispuesto a prepararse para la maratón de Berlín y repetir viejas hazañas. Con su empeño consigue el apoyo incondicional de “casi” todos sus vecinos de residencia. Pero las circunstancias propias de su edad le hacen caer en una gran depresión. Tendrá que buscar fuerzas para recuperar la ilusión, alcanzar su objetivo y cumplir la promesa que ha hecho a Margot. (FILMAFFINITY)
Premios
2014: Premios del cine alemán: Mejor actor (Dieter Hallervorden)

domingo, 28 de junio de 2015

ADULTO MAYOR EN LAS UNIVERSIDADES.

Estudiar es la mejor terapia para la mente. Hay una frase muy conocida que reza; EL SABER NO OCUPA LUGAR.
Muchas personas adultas se gradúan en las universidades. Son ejemplo para los jóvenes que conviven con ellos y que a veces por necesidad deben incorporarse en al trabajo.

Como adulto mayor Ud. puede sentir la inquietud de aprender. La sociedad en la que estamos inmersos nos impone actualizarnos y de esta manera también podemos alargar nuestra esperanza de vida. Esto nos da la oportunidad de vincularnos a grupos de interés común y con el cual podemos intercambiar. Es una excelente oportunidad para adquirir conocimiento y sabiduría.



¿DÓNDE HE PUESTO MI MEMORIA?. EXCELENTE VIDEO.

Excelente video. No se lo pierda.

A quién no se le olvidan las llaves de la casa, del coche y todo lo demás?

Pues este video es para los que están entrados en años y para los que no lo están.

La pérdida de la memoria, un síndrome que puede afectarnos si no actuamos a tiempo.

Hacer ejercicios debe ser una de nuestras prioridades, bailar y si podemos aprender algún idioma mejor.


martes, 2 de junio de 2015

MUJERES DECIDEN TENER HIJOS A LOS 60 Y 70 AÑOS

Después ver este video recordamos el pasaje del Antiguo Testamento cuando Abraham y Sarah que era una mujer mayor al igual que él  tuvieron un hijo al que llamaron  Isaac y otro al que llamó Ismael con una mujer más joven llamada Agar. Sarah esposa de Abraham era libre mientras que Agar había sido la criada de la casa era esclava.

 La moderna civilización en que vivimos no acepta que una mujer sea madre después de los 60. En aquellos tiempos bíblicos 60 ó 70 años era poco para seres humanos que vivían en condiciones específicas, en lo que vivir más de 120 a 150, 60 años era la mitad de la vida.

Disfruten el video. Lo más importante es abrir una ventana a diferentes horizontes.

Las podrán criticar pero ellas estarán felices.

EL"INFORME MONJA": ¿QUÉ PODEMOS APRENDER DEL ALZHEIMER EN UN CONVENTO?


El ‘Informe monja’: ¿qué podemos aprender del alzhéimer en un convento?


Snowdon junto a una monja
David Snowdon con una de las monjas de la Escuela de las Hermanas de Notre Dame.
Por Mar Gulis
¿Puede la educación protegernos del alzhéimer y ayudarnos a envejecer en buenas condiciones? A comienzos de los 80, diversos investigadores comenzaron a formularse esta pregunta. Muchos suponían que sí, pero les resultaba muy difícil encontrar un método para comprobarlo… hasta que aparecieron en escena las monjas de la Escuela de las Hermanas de Notre Dame, en Minnesota(Estados Unidos).
En aquella época, las estadísticas mostraban que a mayor nivel de estudios, mayor esperanza de vida activa; es decir, con  autonomía y buen estado físico. Sin embargo, estos datos no bastaban para establecer una relación causa-efecto porque, por ejemplo, es más probable que una persona que no ha acabado el instituto tenga ingresos más bajos, viva en condiciones peores y reciba una asistencia sanitaria de peor calidad que una persona que ha ido a la universidad. Por tanto, que alguien con menos estudios tenga más probabilidades de vivir menos años o de envejecer con peor calidad podría explicarse por otros factores distintos a la educación, como el nivel de ingresos, la atención médica o los hábitos de salud.
Sentirnos ocupados realizando una labor nos sirve
para la extensión de vida útil. 
Para poder contestar a la pregunta era necesario encontrar una comunidad en la que sus miembros tuviesen distintos niveles educativos pero una forma de vida similar. Fue entonces cuando al experto en epidemiología David Snowdon se le ocurrió convertir elmonasterio de Nuestra Señora en un gigantesco tubo de ensayo.
El convento ofrecía las condiciones ideales para su investigación. Para empezar, se trataba de una comunidad estable en la que era posible realizar un estudio a largo plazo, ya que por lo general los hábitos se toman para toda la vida. Pero lo más importante era que allí monjas con distinto nivel educativo llevaban un estilo de vida homogéneo y saludable: comían prácticamente lo mismo, tenían unos horarios parecidos, contaban con una atención médica idéntica y, si eran disciplinadas, no fumaban, no bebían y no tenían que sufrir el estrés físico del embarazo.
Imagen 3D de un cerebro afectado por el Alzheimer. / Isaac Mao
Imagen 3D de un cerebro afectado por el Alzheimer. / Isaac Mao
En un primer estudio, Snowdon evaluó el estado físico y mental y recopiló informes pedagógicos de 306 religiosas mayores de 75 años que se prestaron voluntarias. La investigación reveló que, efectivamente, las monjas con mayor nivel de estudios tenían más posibilidades de vivir más y de mantener su independencia en la vejez, lo que llevó al científico a concluir que “las consecuencias protectoras de la educación parecían comenzar pronto y durar toda la vida”.
Sin embargo, este trabajo fue solo un ‘trampolín’ para otro mucho más ambicioso sobre el alzhéimer que involucró a 678 monjas de siete conventos de la misma orden. Todas ellas accedieron a realizarse exámenes físicos y mentales cada año y se comprometieron a donar sus cerebros a la ciencia al morir. Esto permitió comparar la información clínica y psicológica con los exámenes del tejido cerebral y obtener valiosos resultados.
En su libro El Alzheimer (CSIC-Catarata), la investigadora Ana Martínez explica que el llamado ‘Informe monja’ demostró “que el ácido fólico puede ayudar a alejar la enfermedad de Alzheimer; que los ataques cerebrales pequeños pueden desencadenar demencia y que la habilidad lingüística temprana puede estar relacionada con un menor riesgo de alzhéimer, porque las monjas que concentraban más ideas en las oraciones de sus autobiografías [que escribieron cuando aun eran novicias] tuvieron menos riesgo de sufrir alzhéimer seis décadas después”. De hecho, Snowdon afirmó que cuando la mente se mantiene ocupada aprendiendo, la salud y el tamaño de la conectividad de las neuronas aumenta”.
En investigaciones posteriores el investigador estadounidense ha seguido explotando el potencial científico de los conventos. En uno de sus últimos trabajos, por ejemplo, afirma que las monjas que en sus autobiografías expresaron un mayor número de emociones positivas tuvieron una vida hasta 10 años más larga que el resto. Parece, pues, que las comunidades religiosas seguirán siendo una fuente de conocimiento científico en los próximos años… Los caminos de la ciencia no son inescrutables, pero cuando menos son bastante originales.


Tomado del Blog del CSIC . Blogs Ciencia para llevar

NEW YORK TIME HABLA DE ALZHEIMER. EL CASO DE LAS MONJAS DE MINNESOTA (Ingles)



Nuns Offer Clues to Alzheimer's and Aging


MANKATO, Minn., May 2— 
A spiraling road slopes gently up to Good Counsel Hill, where the convent of the School Sisters of Notre Dame perches peacefully. Within its thick red brick walls are bright paintings of nuns and children. Organ hymns waft from a circular chapel, and nuns attend Mass and murmur rosaries under a white vaulted dome.
But this crucible of faith is also the site of an extraordinary scientific experiment. For 15 years, elderly Catholic nuns here have had their genes analyzed and balance and strength measured. They have been tested on how many words they can remember minutes after reading them on flashcards, how many animals they can name in a minute and whether they can count coins correctly.
The autobiographical essays they wrote for their order in their 20's, when they took their vows, have been scrutinized, their words plumbed for meaning. And as they have died, their brains have been removed and shipped in plastic tubs to a laboratory where they are analyzed and stored in jars.
The experiment, called the Nun Study, is considered by experts on aging to be one of the most innovative efforts to answer questions about who gets Alzheimer's disease and why. And now in a new report it is offering insight on a different subject -- whether a positive emotional outlook early in life can help people live longer.
''The Nun Study has certainly been pioneering,'' said Dr. Richard Suzman, chief of demography and population epidemiology at the National Institute on Aging. ''It's helped change the paradigm about how people think about aging and Alzheimer's disease.''
By studying 678 nuns -- at this convent and six others in the order, in Connecticut, Maryland, Texas, Wisconsin, Missouri and Illinois -- Dr. David A. Snowdon, an epidemiologist at the University of Kentucky, and colleagues have come up with tantalizing clues and provocative theories over the years.
Their research has shown that folic acid may help stave off Alzheimer's disease; that small, barely perceptible strokes may trigger some dementia; and, in an especially striking finding, that early language ability may be linked to lower risk of Alzheimer's because nuns who packed more ideas into the sentences of their early autobiographies were less likely to get Alzheimer's disease six decades later.
The new report, being published on Monday in The Journal of Personality and Social Psychology, says nuns who expressed more positive emotions in their autobiographies lived significantly longer -- in some cases 10 years longer -- than those expressing fewer positive emotions.
''It's an important finding,'' Dr. Suzman said, ''and I think it will lead to lots of additional studies.''
The nuns are ideal for scientific study because their stable, relatively similar lives preclude certain factors from contributing to illness. They do not smoke, hardly drink and do not experience physical changes related to pregnancy. The School Sisters are white and eat in convent cafeterias, and most were teachers in Catholic schools.
The study is also considered powerful because it has information from several stages in its subjects' lives, including when they were too young to manifest Alzheimer's or other diseases related to aging.
''I think the Nun Study is very important because it uses information obtained about people before the period of illness,'' said Dr. Robert P. Friedland, professor of neurology at Case Western Reserve University and author of a study showing that people with Alzheimer's were, as young adults, less mentally and physically active outside their jobs than people without the disease. ''So we know from the Nun Study and others that Alzheimer's disease takes several decades to develop, and the disease has many important effects on all aspects of a person's life.''
All this has given Dr. Snowdon, author of a new book on the study called ''Aging With Grace'' (Bantam), a rare window through which to examine why some nuns thrive and others deteriorate so much they lose speech, mobility and much of their memory. The differences show up even in nuns with virtually identical backgrounds, even those who are biologically related.
At 93, Sister Nicolette Welter still reads avidly, recently finishing a biography of Bishop James Patrick Shannon. She knits, crochets, plays rousing card games and, until a recent fall, was walking several miles a day with no cane or walker.
But a younger sibling, Sister Mary Ursula, 92, shows clear Alzheimer's symptoms, Dr. Snowdon said. Several times a day, Sister Nicolette feeds and reads prayers to Sister Mary Ursula, who uses a wheelchair and can hardly lift her head or gnarled hands.
The other day, Sister Nicolette prompted Sister Mary Ursula to remember her age and birth date, but when Sister Nicolette asked if she recalled when ''Sister Julia told you to pick up the Kleenex people used after Mass and you didn't want to,'' Sister Mary Ursula's eyes glazed, showing no hint of recognition.
Another Welter sister, 87-year-old Sister Claverine, is still active and clearheaded. A fourth sibling, Sister Mary Stella, died in 1996 at 80.
''I wouldn't have any idea why this happened to Mary Ursula,'' said Sister Nicolette, ''but I just feel like I'll keep my mental faculties.'

Nuns Offer Clues to Alzheimer's and Aging

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Some of Dr. Snowdon's research suggests she might be right. Sister Nicolette's autobiography, written when she was 20, was full of what Dr. Snowdon calls ''idea density,'' many thoughts woven into a small number of words, a trait correlating closely with nuns who later escaped Alzheimer's.
One sentence in Sister Nicolette's essay, for example, reads, ''After I finished the eighth grade in 1921 I desired to become an aspirant at Mankato but I myself did not have the courage to ask the permission of my parents so Sister Agreda did it in my stead and they readily gave their consent.''
Compare that to the essay of another Mankato nun, who is in her late 90's and has performed steadily worse on the memory tests. The nun, who sat quietly by a window the other day, wrote in her essay, ''After I left school, I worked in the post-office.''
The Nun Study's latest published findings offer similarly provocative ideas about how positive emotional state in early life may contribute to living longer. Experts say linking positive emotions in the autobiographies to longer life echoes other studies showing that depression increases risk of cardiovascular disease and that people rated as optimists on personality tests were more likely than pessimists to be alive 30 years later.
The findings also raise questions like, What underlies the positive emotions?
''How much of this is temperament?'' Dr. Suzman said. ''How much of it is affected by life events and critical relationships with parents, friends, teachers, peers?''
Overall, Dr. Snowdon says, the nuns live significantly longer than other women. Of the 678 in the study, 295 are alive and are all 85 or older. In the Mankato convent alone, there have been seven centenarians, many free of dementia.
One is Sister Esther Boor, who at 106 speeds through the labyrinth of halls with a royal blue walker, glazes ceramic nativity scenes for the gift shop and pedals an exercise bike every day, her black veil flapping, an orange towel draped over her legs for modesty.
''Sometimes I feel like I'm 150, but I just made up my mind I'm not going to give up,'' said Sister Esther, who gives her exercise therapists yellow notes with phrases from books she reads. ''Think no evil, do no evil, hear no evil,'' she wrote recently, ''and you will never write a best-selling novel.''
Sister Esther's autobiographical essay, written 80 years ago, is similarly upbeat, speaking fondly of her family and her decision to become a nun.
Dr. Snowdon's condition that nuns donate their brains was a stumbling block for some of the sisters.
''I had a hard time with it,'' said Sister Claverine, who delayed signing up. ''I had an image of myself being buried intact.''
But Sister Rita Schwalbe, the convent's health administrator when the study began, said she had told them that as nuns they had made ''the difficult decision not to have children. This is another way of giving life.''
Many nuns now see brain donation through a liturgical lens -- or a humorous one.
Sister Nicolette said: ''After the resurrection, our bodies will be perfect. We'll be so happy we won't care what happens to our brains.''
And Sister Miriam Thissen, 89, said: ''Que será será. After you're dead, so what?''
After completing the cognitive and physical tests -- including identifying everyday objects and opening small doors with different latches -- the nuns get summaries of their results and can see if their performance has changed.
''Every time I get out of there I feel like an idiot,'' said Sister Blanche Becker, 88, who does crossword puzzles and reads Danielle Steel novels. ''Here I am of sound mind and body and I sit there and open and close little doors and look at pictures and try to remember them all. But maybe it's made me more tolerant of people with Alzheimer's. I am afraid of what's going to happen to me, yes. How stupidly am I going to act? Will I know people? How long will it take me to die?''
Dr. Snowdon, 48, has become unusually close to his subjects. He says that when he was in Catholic school as a child, the nuns were more rigid and strict than the warm, good-humored School Sisters he sees almost as grandmothers. That relationship has made him acutely aware of sensitive ethical issues, like how forthright to be with nuns who show slight signs of Alzheimer's.
''Do we really want to tell these dear women who are having memory loss that they are in the early phases of Alzheimer's, that they should start taking something?'' he asked.
Dr. Snowdon is quick to agree with other experts who say his conclusions need to be corroborated by other studies. There are limitations to the autobiographies, for instance, since the nuns knew a mother superior would see their writing and therefore may not have been totally candid.
''He's pointed us in some directions,'' said Dr. Bill Thies, vice president for medical and scientific affairs at the Alzheimer's Association, based in Chicago, ''but I think it's going to take a fair amount of work before we start making public health recommendations about behaviors that will prevent Alzheimer's.''
Still, Dr. Snowdon hopes his study will encourage people to do things to ward off the disease, like quit smoking and other stroke-causing behaviors, and read to children to stimulate language development. His current project involves analyzing old photographs of nuns for personality clues in their face muscles to see if personality correlates to Alzheimer's or longevity.
And, although he cannot prove it scientifically, he contends the nuns' spirituality and community living helps them too.
''You don't necessarily have to join a church or join a convent,'' Dr. Snowdon said. ''But that love of other people, that caring, how good they are to each other and patient, that's something all of us can do.''
Several nuns agree.
''The science is important,'' Sister Miriam said. ''But the science is dictated by providence anyway.''
Photos: Sisters Claverine and Nicolette with their sibling Sister Mary Ursula, who has Alzheimer's symptoms. (Nicole Bengiveno/The New York Times)(pg. A1); Dr. David A. Snowdon, center, and his colleagues Cecil Runyons and Ann Tudor examining a cross-sectioned brain from the Nun Study. Dr. Snowdon's study involves not only pathology on nuns who have died but also a study of autobiographical essays the nuns wrote in their 20's.; ''Sometimes I feel like I'm 150, but I just made up my mind I'm not going to give up,'' says Sister Esther Boor, right, who is a dementia-free 106. (Photographs by NICOLE BENGIVENO/The New York Times)(pg. A15)

COMO IDENTIFICAR SI PADECES DE ALZHEIMER Y LO QUE DEBES HACER PARA EVITARLO

Este vídeo capturó nuestra atención. Se trata de explicar en una forma muy práctica qué es el Alzheimer y cómo evitarlo. Contiene un material didáctico como pueden ver en Power Point en la pantalla.

Es un programa interactivo con la participación del público presente. Una audiencia básicamente compuesta por mujeres que son las que cambian el estilo de vida en el hogar y transmiten una filosofía de vida a la familia, esposo, hijos,nietos etc. Y que son las que indican el camino a seguir para una buena salud a través de los alimentos en la mesa.
Nuestros hábitos alimenticios son los que conforman al HOMBRE-MUJER, la familia, la sociedad, nuestra cultura. Si el alimento es sano creceremos en una familia sana teniendo un impacto en la sociedad, con quienes nos relacionamos y a nivel global.

El alimento determina quienes somos. Como decía Hipócrates el Padre de la Medicina "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento".

Espero que el video le sea de utilidad.




EL MISTERIO DEL ALZHEIMER (LE RECOMENDAMOS ESTE INTERESANTE VIDEO).

Este interesante video nos abre las puertas de una nueva forma de entender el mal de Alzheimer. Considerada una enfermedad degenerativa según los expertos nos preguntamos ¿por qué el cerebro de degenera?.

Mientras estamos sanos y con buena memoria no nos preocupa esta "enfermedad". Y es que los patrones de la misma se basan en la demencia senil, o sea, a personas seniles, muy mayores que se comportan con una conducta más bien errática. Nadie esta excento de Alzheimer como esta señora de 48 años que nos cuenta cómo se sentía cuando comenzó a perder la memoria. La pérdida de las llaves de su apartamento y olvidar el lugar donde las colocaba la llevó más tarde a comprender el por qué tenía que hacer un esfuerzo para recordar la ubicación de objetos de primera necesidad. Incluso guardaba dinero y olvidaba el lugar donde lo ponía hasta que un buen día por fortuna aparecía en lugares que había olvidado y esto le ayudaba a resolver otros problemas a posteriori.

A muchos nos ocurre cuando perdemos la localización de algo importante que nos es familiar por su uso diario y eso nos ocasiona angustia, cuando aparece pensamos que es parte de la casualidad.

Hemos querido subir este video porque nos puede ayudar a saber los primeros síntomas del Alzheimer y que siendo adultos no muy longevos podemos padecerla. Y así a partir de ahora tomar medidas.

domingo, 31 de mayo de 2015

RECUENTRO DE "VIEJAS" AMIGAS

Dos entrañables amigas se encuentran en la Feria de la Salud. Son octogenarias y gracias a la medicina preventiva gozan de buena salud.

La de la izquierda es Ana María a sus ochenta y siete años tiene una vida saludable. Es vegetariana,come poca cantidad y se queja cuando hay mucha comida en su plato. Hace ejercicios diariamente y goza de buena salud.

No tiene records de enfermedades y ninguna operación quirúrgica. Su carácter es siempre el mismo, alegre, jovial y se adapta a todas las situaciones con alegría. Es popular entre su grupo de amigos porque le gusta cantar y entretenerse con los juegos de mesa.

Se baña sola y ella se lo exige diariamente, lava su ropa interior como solía desde pequeña y una vez terminado su baño se aplica aceite de coco por todo el cuerpo. Se maquilla los labios y las cejas y "no se deja caer" le dice a todos.

Es viuda de vida sentimental estable, con una sola pareja con la que tuvo seis hijos, su familia ha crecido y es cada vez más numerosa con la llegada de nuevos nietos y biznietos. De joven era estudiosa y conserva sus hábitos de lectura.


Ella es muy sociable y de buen carácter, le gusta leer hacer crucigramas lo que le mantiene la mente activa y le estimula la memoria.

Ella es una persona de fé, se compadece del dolor humano. Al acostarse ora por la paz en el mundo, por sus hijos, su familia, los amigos, vecinos y por los animales.  Así ella puede llegar A LOS CIEN AÑOS !!!

Su peso es generalmente estable 135 libras a sus 87 años es
ideal para estar ligera y tener mayor movilidad. En esta foto de jovencita se puede apreciar que nunca fué obesa.

Ana María es un orgullo para muchos y muchos se complacen en decirlo, sobretodo yo, porque ella es mi mamá. Mechy

4 de los hijos cuando
estábamos pequeños. 



miércoles, 27 de mayo de 2015

ENCUENTRO MEMORABLE


Caminaba temprano en la mañana por la 1 Street del South West. Lo saludé y me respondió muy cortés. Intercambiamos saludos y le pregunté si no le imporatba que le hiciera una foto pues me gustaba su forma de vestir elegante. Inmediatamente me sonrió y dijo: Oh yes of course !! (claro que si). Entonces le pregunté hacia donde iba y me dijo que acostumbraba a caminar mucho para mantenerse saludable.

Me encantó su forma educada y amable. Muchas personas de color en los Estados Unidos han sufrido el racismo y la discriminación lo que justificaría una respuesta negativa o de agravio. Sin embargo, esta experiencia de segregación los ha hecho más nobles y amables. 

Es por eso que le pedí una foto y le pregunté qué edad tenía. Me contestó riéndo a carcajas de forma contagiosa diciendo !!por los ochentas !! Yo también me reí mucho con él.

Una linda experiencia matutina.